Servicio de utilidad pública (2013)
(Noviembre del 2013, Museo de la Solidaridad Salvador Allende)
Servicio de utilidad pública fue un proyecto de experimentación realizado en 2013 en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Constaba con 7 tópicos que evidenciaban la constante producción de distintos modos de capitalismo cognitivo. En los muros se encontraba textos sobre los tópicos junto con objetos que se relacionaban con cada tópico como con éstos. En el muro central de la sala se proyectaba continuamente un vídeo que hablaba de la sobrevivencia dentro de un mundo saturado por capitalismo cognitivo. Finalmente, se invitaba una vez por semana a conversar con una persona con conocimiento sobre los distintos tópicos en cuestión, conversaciones que fueron transmitidas en vivo por streaming. Entre los invitados destacan la socióloga María Emilia Tijoux y el historiador César Leyton Robinson.
Control y creación de subjetividad a través de los medios de comunicación, redes sociales y publicidad
El control y la creación de subjetividad condicionan el deseo y la emocionalidad de las personas. Si bien los fines de este condicionamiento son diversos, están asociados de múltiples formas a las directrices del miedo y el consumo, aspectos que permiten anular las reflexiones que se generan en torno al modelo imperante en tanto se conciben como estímulos y frecuencias útiles al sujeto frente al sistema.
Los medios de comunicación elaboran una construcción constante de verdad que implica construir una vida dentro del sistema. Esta manera de vivir estructura una moralidad y una ética que proponen la normalidad, las anomalías, el estatus y las necesidades tanto materiales como inmateriales. El hecho de no entrar en estas categorizaciones puede generar frustración y miedo en el sujeto, donde su vida ha sido forzosamente capitalizada por la estructura del modelo. La creación subjetiva, propuesta desde el secuestro del sujeto, suscita temores mentales y emocionales que alientan al sistema nervioso para que se manifieste en la forma de ansiedad, depresión, angustia, etc. Asimismo, codifica las emociones para remplazar a la sociedad por un sujeto que obligadamente sostiene el sistema aberrante en el que vive: la estabilidad fundada en la amenaza constante: el miedo.
Estos dos esquemas (control y creación) reproducen un imaginario de capital cognitivo. La crisis está a la deriva de lo incierto y, de llegar a des-sujetar, la perdida y el caos penetrarán al fondo de un pánico irresucitable.
Semiocapitalismo: la re significación de los conceptos y el uso del lenguaje
Entendemos la semiótica como el método que afronta la interpretación y producción de sentido (producción de sentido del capital) que aborda un espectro amplio y múltiple. En este caso apelamos al uso específico de la carga en los consensos de las palabras por medio de una construcción desde la elite que semiotiza en beneficio de los intereses de los poderes facticos en el uso de las palabras: una retorica y dialéctica sobre la población. Utilizando diversas plataformas para influir en las construcciones de nuevos sentidos y re conceptualización de las palabras sobre las personas y la sociedad, se crean los espacios que dan pie a la tergiversación de los consensos sociales que cargan el significado de las palabras y sus conceptos.
En el semiotismo capitalista, la reconceptualización busca posicionarse sobre las palabras, construidas desde un consenso social que determina las anomalías que las estructuras de poder consideran nocivas para el orden y función de los beneficios del capitalismo, trasladando la palabra a un peso legal y moral que descalifica y juzga a determinados grupos para normalizarlos, identificarlos, delictualizarlos, principalmente para crear semióticas que produzcan sentidos de deseo, consumo, paranoia, enfermedad, adicciones, estatus, segregación, individualización, cosificación, estructuración, mercado-mercancía , necesidades y miedo. En definitiva, el control sobre las palabras mantiene a la sociedad en un imaginario de realidad, siendo esta una sociedad que funciona a través del mecanismo de la manipulación para fines y usos que beneficien las cúpulas de poder.
La institución, por medio de sus plataformas, crea hoaxes (engaños masivos) constantes para desestabilizar el diálogo y la comunicación de la sociedad, aislándola en un lenguaje de individualización y paranoia
Políticas públicas y capital subjetivo
Las políticas públicas en el sistema neoliberal se pueden resumir a través de las ejecuciones de los gobiernos o en la decisión de qué hacer o no hacer al tomar los conflictos entre valores. Si bien dichos conflictos debieran proteger a la sociedad civil que entrega a ellos las responsabilidades administrativas, estas instituciones de poder se alejan de ese fin y se vuelcan hacia la protección de los intereses del sector privado, de la moral política y el resguardo a la permanencia de los poderes. Las oligarquías dominantes en la pirámide de poder aseguran la continuidad de los beneficios a las estructuras de flujos de economía arbitrarios del capitalismo.
Los gobiernos, a través del proselitismo y la demagogia de la oligarquía y los poderes facticos de la economía, crean un constante capital subjetivo de políticas públicas. Dentro de ellas, las políticas asistencialistas son una producción de subjetividad del capital que apunta a mantener a la masa beneficiada de placebos y ortopedias. Estos placebos se instauran en una sociedad sujeta en estado de inercia que paralelamente permite la construcción de una serie de políticas al desmedro de la calidad de vida del cuerpo social, vulnerando todos sus derechos humanos por medio de la explotación, la marginación, la inserción de adicciones, la manipulación y el control del conocimiento, educación y cultura, el manejo del capital natural, el alimento, los bienes naturales, las tierras y vivienda, la energía, los derechos, los parámetros de ilegalidad y legalidad, moralidad e inmoralidad, normalidad y anomalía, etc. Estas construcciones de políticas públicas y capital subjetivo tienen como fin colapsar a los individuos y mantenerlos condicionados a la necesidad de subsistencia como razón diaria del hacer para obtener o cancelar lo que es un hacer esclavizante en pos de la economía. Así, se perjudica su estado mental y físico en el espacio de la creación constante de estrés, que vulnera el derecho a una vida saludable, es decir la posibilidad de vivenciar, contemplar, distenderse, reflexionar, cuestionar y la multiplicidad de los significados de vivir.
Símbolos de estatus
La sociedad experimenta una condición constante de ansiedad y tiende hacia la valorización de los méritos, cosificados y considerados como un elemento útil dentro de la sujetación del sistema neoliberal. De esta manera se estructura un sistema en base a la economía que es a su vez una acción de secuestro por parte de la sociedad que toma el trabajo como medio para obtener el dinero para sobrevivir. A través de estos excedentes de sobrevivencia, se busca demostrar una posición de éxito por medio de una subjetividad de círculos que entregan validación, títulos prestigiosos, objetos de valor, piezas únicas de colección, autos de ediciones limitadas, participación e instalación en medios de comunicación, etc.; todo por una supuesta meritocracia verticalizada y de poder en diferentes rangos del status. Cleyton odontología.uchile.cl
Los individuos compiten para sostener una calidad de vida construida desde la subjetividad del sistema neoliberal que estipula que dicha calidad de vida se encuentra en el consumo, en la posición y en el reflejo de los logros por medio del materialismo y el mercantilismo, anulando la construcción de la sociedad y condición de las personas.
Prácticas de control urbanas y laborales
Por control urbano entendemos la configuración de una serie de intervenciones tanto a nivel urbano como rural que apuntan a la instauración de supuestas soluciones para una ciudadanía que busca movilizar el desarrollo comunitario a nivel país. Algunas prácticas que ilustran este tipo de control son:
- La instalación de sistemas de vigilancia en la vía pública que plantean al sujeto como un potencial elemento delictivo y anti sistémico, anómalo a las estructuras de poder.
- Las políticas públicas que se generan en torno a la vivienda social o la repartición de terrenos para la colocación de gigantes inmobiliarios.
- La privatización de la experiencia del paisaje y su posterior verticalización según el lugar donde se viva, lugar que dependerá indefectiblemente del sector social en el que se vincule y determine la experiencia ciudadana.
- La intervención arquitectónica, económica y social que traen aparejados los proyectos de alta envergadura modifican la biosfera y la antroposfera (esto es, el espacio de la interacción humana)
Por otro lado, el control laboral pareciera ser una práctica que, basada en un gremialismo que genera disenso entre los sindicatos, divide a los trabajadores y dificulta el establecimiento de directrices que propongan una acción colectiva de la sociedad en su conjunto. Dicha acción, que debiese originarse desde un consenso de lenguaje que nace desde el cuerpo social, se encuentra intervenida por la estructura gremial, que más que dar soluciones de fondo que mejoren las condiciones del grueso de los trabajadores ocasiona la ruptura de los mismos y ofrece soluciones a nivel micro político, no así macro.
Bíopolítica y asociación política
Las Administradoras de Fondos de Pensiones de Chile (AFP), la colusión de la industria farmacéutica, el funcionamiento de las aseguradoras y la prescripción de drogas en el sistema público de salud son ejemplos de cómo el sector privado, el Estado y los agentes políticos (entre ellos los lobbystas) llevan a término un sistema de control que pone al sujeto social en una plataforma represiva.
El consumo de drogas lícitas e ilícitas, establecido de antemano por las políticas públicas, generan la ilusión de una supuesta guerra contra las drogas, que en realidad es una guerra aún no resuelta por ver quien administra las drogas. En este sentido, el monopolio de la medicina occidental crea las bases para la criminalización del consumo, que es a su vez una herramienta de manejo que permite formar ciudadanos adiestrados y difícilmente antisistémicos: la salud entendida como precepto de bienestar y conformidad. Por otro lado, el debate frente a la privatización de la semilla (Monsanto) que ilustra el afán del corporativismo por tomar cartas en las condiciones rurales, depende enteramente de una aprobación política y propone al agricultor como último eslabón de la cadena, negando su condición primera de productor.
La salud y la alimentación entendidas como bases para la configuración de políticas que proponen una vinculación entre el sector privado y el estado como garantes de ambas frente al ciudadano.
En los primeros tiempos de los sistemas de prisiones, quedo en claro que no producían el resultado de producir ciudadanos obedientes. Por qué las prisiones permanecieron? Porque, de hecho, producen delincuentes y la delincuencia tiene una cierta utilidad económico – política en las sociedades queconocemos. La utilidad mencionada podemos revelarla fácilmente: cuantos másdelincuentes existan, más crímenes existirán; cuantos más crímenes haya, más miedo tendrá la población y cuanto más miedo en la población, más aceptable y deseable sevuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que explica por qué en los periódicos, en la radio, en la televisión, en todos los países del mundo sin ninguna excepción, se concede tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad cada nuevo día. Desde 1830 en todos los países del mundo se desarrollaron campañas sobre el tema del crecimiento de la delincuencia, hecho que nunca ha sido probado, pero esta supuesta presencia, esta amenaza, ese crecimiento de la delincuencia es un factor de aceptación de los controles.
Michel Foucault